sábado, junio 20, 2009

EL EFECTO PLACEBO


En medicina el efecto placebo consiste en medicar a un paciente con pastillas sin propiedades curativas y así crear un efecto psicosomático para que el enfermo en cuestión se cure por sí mismo. Desgraciadamente algo parecido está sucediendo con la agrupación del mismo nombre.
Y es que el material que editaron para este 2009 carece de todas las propiedades que hacían de Placebo una gran banda, incluso la voz de Molko se oye plana, sin chiste y monótona, (algo que uno no podría creer), solo en el track que da título al disco se puede apreciar algo de calidad, tanto musical como vocal y eso me parece que es lo único rescatable.
Cuando estaba desmenuzando las canciones me fue difícil no evocar los trabajos anteriores y apreciarlos aun mas; el primero fue un buen debut con 10 canciones punkies, distorsión y mucha actitud ; “Without You I´m Nothing” es uno de los mejores trabajos de la década de los noventa, suena a muchas cosas y a la vez a ninguna, teniendo en la voz el hilo que une y amalgama todo el disco; “Black Market Music” es oscuro y depresivo ideal para comenzar y amedrentar el nuevo milenio; “Sleeping Whit Ghosts” fue el comienzo del declive, con melodías mas pop, menos arriesgadas pero aun con esa credibilidad en medio de glamorosidad; “Meds” que yo creía que era su punto más bajo aun tenía rasgos de esa banda punk con rímel que hacía de las suyas en los escenarios con solo tres personas y mucha distorsión.
Pero en este último ¿trabajo?, ¿disco?, ¿material?, al cual esperé con ansias y que me decepcionó a la primera escucha no le veo cuadratura ni buenos riffs, o siquiera algo medianamente rescatable, ni el ¿arte? empaque esta a la altura de lo que la banda construyó para sí misma. Un eclipse y fotos de los integrantes a la moda fresi-rocker; es todo lo que ofrece, o sea, nada.
El cambio de baterista se justificó con el argumento de “diferencias creativas” y si ese pretexto es cierto, le doy toda la razón a Hewitt. Molko y Olsdal ya dejaron de ser los músicos que hueseaban con Bowie, que escandalizaban a la prensa con su actitud sexual ambivalente, que tomaban la guitarra para escribir un buen riff y hablar de la sublimidad de la vida y el rock´n roll. Ahora las guitarras son planas, meras acompañantes de melodías perdidas en la poca inspiración que le queda a Brian, ¿Dónde quedó el Re sostenido de pure morning? ¿El sampleo de Taste in Men? ¿La distorsión de Special K? ¿El falseto afeminado de Come Home? Nada de eso queda ya, ni las fotos de gemelas deprimidas y niños perdidos, ahora hay eclipses y ferias olvidadas por la mano de dios, se acabaron los días de pianos culpables por fisgonear a las vecinas y de utilizar al hip-hop para proponer algo fresco y novedoso, ahora hay trompetas y coritos en español.

Hay dos placebos: el de los tres primeros discos en donde la actitud por escribir buenas canciones y deprimirse con el estilo de vida de la música era la prioridad. Y el de los últimos tres álbumes, en donde la complacencia de las compañías disqueras esta antes que grabar algo de calidad y con corazón. Bajo esta aseveración no me queda mas que darle play a “Every you every me” y disfrutar de una cerveza en un dia soleado, en vez de soportar a Stefan corear en español “Cenicero, cenicero, corazón de cenicero”, aargg.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aLo aLo ^^ ...

Jajaja! Por las cosas que te enojas niño =P... Besos! xD


Lilith!