jueves, enero 22, 2009

INTERPOL "TURN ON THE LIGHTS ON"


Escuché a Interpol por primera vez a mediados del 2003 cuando MTV programaba algo de música decente poco antes de las seis de la mañana, era un video acerca de una hidrofóbica que bailaba a ritmo de obstacle 1, fascinado por aquella canción, me di a la tarea de buscar el disco y conocer más a profundidad a dicha banda oriunda de Nueva York.
El disco abre con Untitled, una canción de dos acordes, lenta, oscura y monótona donde la voz lóbrega de Banks trata de iluminar la melodía. Obstacle 1 ya es reflejo del sonido de Interpol, con bajos que no solo acompañan la canción, sino que proponen sus propios riffs, beats de batería poco convencionales, además de letras de amor abstracto. NYC, otra pieza monótona de dos acordes que es adornada por los tintineos de los platillos y los trémolos atmosféricos de Kessler, me hace sentir como si estuviera caminando por las calles de la gran manzana a las nueve de la mañana en un día frio y con un cigarro en la mano. PDA es una de las canciones con más energía de Interpol, además del excelente juego de guitarras, la catártica Say hello to the angels nos incita a mover la cabeza y a brincar en cada uno de sus conciertos.


Hipnotica e ideal para la introspección, nuevamente el uso de dos acordes, tal vez tres, aunque no se necesita más que eso, y una guitarra extra acompañado de un teclado para imaginar el juego de luces sombras de la banda interpretando: Hands away. Obstacle 2 no se parece a su primera parte, lo que hace pensar que el nombre es simplemente casualidad, aunque el encanto de la canción radica en los delays de las guitarras y en el ligero crescendo en la parte final de la canción, la voz de Banks no solo canta la letra sino que se acopla al contexto musical para mimetizarse como un instrumento más.
En primera instancia podría sonar a que es una buena canción para una chica llamada Stella, pero conforme se le oye, uno descubre que la obsesión sexual persigue la letra y lo convierte en algo enfermizo, aunado al peculiar bajeo en los versos y la batería que pulsa la canción como si fuera una escena erótica, todo ese conjunto de elementos entregan uno de los mejores temas del disco, creo que es de más el acotar que los delays del guitarrista suenan increíbles en Stella was a diver and she´s always down. No solo hay canciones monótonas de dos acordes, también las explosiones de angustia y riffs desesperantes, tal es el caso de Roland, poco más de tres minutos pero el resultado es contundente, un excelente “solo” al final estalla como si la sangre corriera, es el tema perfecto post-orgasmo. Harmonicos aderezados con delay, un bajo que evoca nostalgia, si el tema anterior es post-orgasmico, aquí hay que encender el cigarro y meditar en lo que se acaba de hacer, aunque justo a la mitad de dicha acción escucharemos como in si baja medio tono para hacernos sentir que es necesario volver al sexo mientras seguimos oyendo The New.

Leif Erikson es a mi gusto uno de los mejores temas que he escuchado para cerrar un disco y en la letra se hace claramente evidente al decir “put he lights out” y al oírlo confirmamos que es un trabajo sin desperdicio, en donde las canciones son las exactas, duran lo suficiente y están trabajadas de la manera perfecta para evocar nostalgia, un elemento tan característico de la banda y de este disco en particular. Hace siete años que salió a la luz, justo cuando el mundo estaba inmerso en confusiones ideologicas y tendencias retro, es uno de los mejores trabajos de la década actual y que a mi gusto tuvo como mala consecuencia un revival del post-punk (muy en particular de Joy Division) y que tiene los meritos suficientes para estar dentro de los cinco mejores trabajos de este naciente milenio.

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