viernes, junio 20, 2008

FESTIVAL COLMENA


Cuando me enteré de la visita de Sígur Ros a México, se me hizo un poco rara la idea de presentarse en Tepoztlan, Morelos, pero me dio gran curiosidad por conocer otro foro, además de la idea de un festival en un lugar con mas contacto con la naturaleza. Así que mas por la convicción de ver a la banda de Islandia que con otra cosa en la cabeza, me animé a asistir a dicho evento, cosa de la cual terminaría arrepintiéndome.
La logística del evento indicaba que mi salida sería en el estadio de C.U. a las 9 de la mañana, cosa que no sucedió y que además toda la gente de los demás horarios ya se empezaban a desesperar y para las 10 de la mañana aun no nos habíamos ido, ni la mitad de los citados en dicho punto. La llegada a Tepoztlan se vio empañada por la poca efectividad de los conductores para llegar al lugar y por la poca previsión de un camino que no es apto para transportes grandes y que quisieron usar para que los camiones llegaran hasta el lugar del festival, formando así un embotellamiento que atentaba contra la intención del evento (que era el fomentar la conciencia ecológica), así que me bajé del vehiculo y me dispuse a caminar al llamado “recinto sagrado” y que no le encontré mucho de sagrado, mas bien es un campo de fútbol llanero que esta en medio de unos peñascos, que si está bonito el lugar pero como la mayoría de los asistentes son chilangos, pues con tantito campo se apantallan, hasta había quienes les sacaban fotos a las vacas del lugar.
El evento empezaba con bandas mexicanas, que no hay que de decir mucho de ellas, los mas destacados fueron los Cojolites, unos tipos que tocaban son jarocho pero con un buen estilo, tenían letras divertidas y políticas, de lo mas destacado junto con Los Dorados y Childs. Estos últimos me agradaron bastante, no los conocía pero su música se me hizo muy emparentada con Explosions In The Sky y Los Dorados tiene buen sonido jazzero, lástima que todos tocaran solo 5 canciones y ya, pero en otros casos se agradecía eso, como en Natalia Lafourcade y Juan Son (ex porter), el antes llamado Mussgo, tiene ahora un proyecto igual a su antigua banda, tal vez un poco mas sofisticado pero es lo mismo, nada nuevo. Andrew Bird es un tipo bastante curioso en su interpretación, ya que hace todo: silba, canta, toca la guitarra, violín, etc. comienza formando sus secuencias con los instrumentos y las va adornando conforme la canción lo pide. Se echó el público a la bolsa con un cóver de Bésame Mucho.
Todo estaba listo a las 7:30 de la noche para ver a Sigur Ros, el headliner que haría que ese día fuese inolvidable, y así fue. Abrieron el show con Svefri-e-englar, y el publico se volvió loco con la presencia de los cuatro Islandeses, hasta trataron de corear las canciones, lo que me hizo pensar “que le hacen a la mamada, nadie aquí habla Islandés” pero me di cuenta de que para efectos de seguir la música no hace falta conocer el idioma, solo basta con emular la fonética del vocalista en turno para seguir con la melodía de las canciones. Todo parecía ir muy bien, hasta la tercer canción en que Orri el baterista cae desplomado a un lado de su instrumento, lo que hace que la siguiente canción sea interpretada sin batería para después dejar a la sección de viento en el escenario para interpretar unas cuantas canciones típicas de Islandia en lo que se recupera el baterista. Después de 3 cancioncitas deciden tocar el himno de Islandia pues ya no se saben otra, así que dejan el escenario para poner expectantes a los asistentes, pensando en si el show va a continuar o si se iba a cancelar, y sucedieron las dos cosas a medias. La banda solo ofreció tres interpretaciones mas, ofrecieron disculpas y se fueron, el publico enojado por el mal show decide emprender la retirada, por una vereda en donde regularmente uno se tardaría 10 minutos, pero al ser miles de gentes las que queríamos pasar por ahí, le trayecto se convirtió en una hora de insultos para los organizadores, de empujones y de instrucciones erróneas para llegar a nuestro camión, una vez en la entrada del evento, y después de no encontrar el transporte indicado, comenzamos a caminar hasta el corral donde se encontraban el resto de camiones. Esa Decisión nos condujo a os horas de bajar caminando el cerro del tepozteco para poder encontrar nuestro transporte a nuestros destinos de origen. A las tres de la mañana llegue al punto de partida y de ahí a pasar el resto de la noche en la central del norte para cerrar una aventura por demás desfavorable, en donde se puede resumir así: turnos de cinco canciones con unas bandas buenas y otras malas, el acto principal sin baterista (yo creo que fue por los tacos de cochinita que se echo antes de llegar a tocar) y por ende solo cinco canciones, tres horas de caminata y una desvelada en la central de camiones.
Espero que para futuros eventos la organización sea mejor, que todas las bandas sean de calidad y que la logística esté manejada acorde a las características del lugar para evitar incidentes y favorecer el espectáculo.

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