MANIFEST CANCELADO

El día de ayer acudí tranquila, parsimoniosa e ilusamente a la alameda santa fe para comprar mis boletos del manifest, y así poder disfrutar de un festival que encanta por su propuesta y que se aleja de las mediocridades de un Vive Latino. Llegué como a las trece horas a la taquilla y pedí mis boletos, al pagar con mi tarjeta me dicen que no tienen terminal y que el pago lo tendría que hacer en efectivo, así que tuve que buscar un cajero para poder terminar mi transacción y poder retirarme con mis papelitos y unos cartelitos de propaganda con la alineación del festival que me llenaría de felicidad el 8 de noviembre. El trayecto de Santa Fe hasta mi casa comprende algo así como 2 horas en tiempo, un trasborde en metro y la toma de un camión en la central del norte, y así fue como transcurrió mi regreso, además de no tener sobresaltos, incomodidades, incidentes con alguna persona o los tan temidos asaltos o actividades ilícitas que suceden a diario en este país.
Llegue a mi casa poco antes de las cuatro de la tarde y al entrar a mi cuarto abro mi mochila y enciendo el radio para oír la frecuencia de ibero mientras disfruto de la textura, color, letras y hasta el olor de los boletos, antes de poder hacer eso escucho a Dabid Hernández dar una noticia que me dejaría helado: se cancelo el manifest por razones de la economía mundial y el inestable tipo de cambio del dólar ante el peso, sorprendido ante tal noticia corro a checar la información a través de internet para poder corroborar la noticia antes escuchada, y mi asombro es tal al ver varias páginas con esa noticia y todas con la misma versión.
Estoy frustrado, enojado, no me calienta ni el sol y lo peor es que no encuentro alguna maldita forma para dejar de sentirme así, aparte de la noticia del manifest, debo de ir por mi reembolso hasta santa fe y cubrir un espacio de 4 horas en el transporte publico, perder la mitad de mi día, perderme de un gran espectáculo y terminar de frustrarme por no ver a Travis en compañía de una chica que se merece eso y más.

Why does it always rain on me?