La espera había sido demasiada, la visita casi desapercibida en el 94 y en donde las circunstancias no favorecieron la buena imagen de este país ha quedado atrás, ahora son una banda mucho más madura e inteligente que busca no quedarse en los mismos estándares que ellos mismos se imponen, cada disco busca su propia identidad y cada ejecución también busca tener una imagen particular, así es como llegaron al primer concierto este 15 de Marzo para extasiar al público mexicano.
Subieron al escenario y tocaron sin dar algún tipo de complacencias, tocaron como ellos quisieron, lo que ellos quisieron y para complacerse a sí mismos, no es fácil dar gusto a una masa que los esperó por más de 10 años, que ha hecho de cada disco algo tan propio como las mismas costumbres y que se sienten como si fueran compuestas para uno mismo. Hay tanto que escuchar que no bastarían 2 fechas para oírlo todo, además de que el gusto es tan variado que hay a quienes les gusta lo primero con guitarras, lo último mas atmosférico o los lados B, mientras sea Radiohead quien salga a escena y dar su mejor espectáculo, no importa el setlist. Hay que disfrutar de la voz de maniquí de Yorke, de la eficacia de O`Brien, del enorme talento de Colin y del apoyo y exactitud de Selway. Mención aparte merece el guitarrista sádico-esquizoide que es Jonny (que bien podría decirse que algunos que tengan mejor técnica que él, pero Greenwood tiene ese sentimiento a la hora de tocar su telecaster que uno no puede dejar de verlo estremecerse con cada rasguño y golpe que le da a su guitarra.
No llegue esperando escuchar algo en particular, pero conforme avanzaban las canciones poco a poco me di cuenta de las ganas que tenía de oír: idioteque, the national anthem y i might be wrong. Las dos primeras las ejecutaron maravillosamente, el bajeo obsesivo y las secuencias del himno nacional me hicieron sentir al borde de la locura. El límite de la cordura casi se borra con el beat atemporal y la voz aguda de Thom en idioteque, además de que imaginariamente casi me lleva al manicomio. De i might be wrong no puedo decir nada pues nunca llego (tal vez mi única objeción). Para mi sorpresa incluyeron fake plastic trees y street spirit, algo que no esperaba pero que su inclusión fue algo por demás emocionante, de lo que si esperaba era; karma police y 2+2=5, pero como mencioné antes: no importa lo que toquen.
¿Qué decir de Kraftwerk? La vanguardia en música techno directo de Dusseldorf vino para ser la antesala perfecta de una banda que ha tomado mucha influencia del krautrock.
Una gran noche con grandes músicos y excelente compañía, Radiohead demuestra que es la última gran banda, y parece que eso debe de bastarnos pues hoy en día es difícil encontrar en hilo negro, pero estos ingleses señalan donde está y lo usan para coserse las heridas con él.
Subieron al escenario y tocaron sin dar algún tipo de complacencias, tocaron como ellos quisieron, lo que ellos quisieron y para complacerse a sí mismos, no es fácil dar gusto a una masa que los esperó por más de 10 años, que ha hecho de cada disco algo tan propio como las mismas costumbres y que se sienten como si fueran compuestas para uno mismo. Hay tanto que escuchar que no bastarían 2 fechas para oírlo todo, además de que el gusto es tan variado que hay a quienes les gusta lo primero con guitarras, lo último mas atmosférico o los lados B, mientras sea Radiohead quien salga a escena y dar su mejor espectáculo, no importa el setlist. Hay que disfrutar de la voz de maniquí de Yorke, de la eficacia de O`Brien, del enorme talento de Colin y del apoyo y exactitud de Selway. Mención aparte merece el guitarrista sádico-esquizoide que es Jonny (que bien podría decirse que algunos que tengan mejor técnica que él, pero Greenwood tiene ese sentimiento a la hora de tocar su telecaster que uno no puede dejar de verlo estremecerse con cada rasguño y golpe que le da a su guitarra.
No llegue esperando escuchar algo en particular, pero conforme avanzaban las canciones poco a poco me di cuenta de las ganas que tenía de oír: idioteque, the national anthem y i might be wrong. Las dos primeras las ejecutaron maravillosamente, el bajeo obsesivo y las secuencias del himno nacional me hicieron sentir al borde de la locura. El límite de la cordura casi se borra con el beat atemporal y la voz aguda de Thom en idioteque, además de que imaginariamente casi me lleva al manicomio. De i might be wrong no puedo decir nada pues nunca llego (tal vez mi única objeción). Para mi sorpresa incluyeron fake plastic trees y street spirit, algo que no esperaba pero que su inclusión fue algo por demás emocionante, de lo que si esperaba era; karma police y 2+2=5, pero como mencioné antes: no importa lo que toquen.
¿Qué decir de Kraftwerk? La vanguardia en música techno directo de Dusseldorf vino para ser la antesala perfecta de una banda que ha tomado mucha influencia del krautrock.
Una gran noche con grandes músicos y excelente compañía, Radiohead demuestra que es la última gran banda, y parece que eso debe de bastarnos pues hoy en día es difícil encontrar en hilo negro, pero estos ingleses señalan donde está y lo usan para coserse las heridas con él.
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