Poco sabia de la banda que se presentaría en el Teatro Metropolitan el Sábado 6 de Octubre, pero de la cual habia oido muy buenas referencias, aun asi me dio curiosidad asistir al evento y poder apreciar de forma mas directa la calidad de la banda (y también porque los boletos me los regalaron). Tenia la idea de que su sonido se emparentaba mucho con King Krimson y Génesis, conforme transcurria la noche me di cuenta de que no tenian el virtusosismo de Fripp, pero tenian una calidad impresionante, como deben de tener toda banda que se jacte de ser “progresiva”. Uno de los mejores momentos de la noche, fue durante la ejecucion de los solos de guitarra, ya que la progresión de acordes hacia que los matices de las canciones tomaran un rumbo diferente del que habian empezado.
Si de por si es dificil explicar la musica, lo es aun mas el explocar el rock progresivo, solo puedo decir que la musica hecha con guitarras, bateria, bajo y sintetizador fue de lo mejor, el acoplamiento de las guitarras y del piano sonaba fabuloso, las escalas en la guitarra se repetían y se juntaban con los sonidos que emanaban del sintetizador o del piano según lo requiriera la canción, todo se juntaba para crear una gama de sonidos que escalaban las parituras y las hacian suyas, el color de las cuerdas cambiaba constantemente y las regurgitaciones del sintetizador decían que la base de los cuatro elementos tradicionales debian de tomarla y no dejarla caer, sino que se hicieran una misma para adentrarse en el cerebro de los ahí presentes. Los acordes llenos de distorsión me recordaron pasajes de Tool, ya cuando la canción tomaba su rumbo dicho recuerdo se borraba para asi tomar un nueva celda dentro de mi cabeza que encasillaba a Porcupine Tree dentro de la seccion de bandas progresivas pero con la suficiente fuerza para que brillara con luz propia y lejos de comparaciones, así transcurrieron cerca de dos horas. Entré como un neofito y sali con ideas mas claras acerca de la composición de la música, me hizo ver que lejos de las pretensiones comerciales y cerca del verdadero amor al arte, puede haber un puente que si bien no va a unir a los dos puntos puede hacer que el ir y venir sea mas agradable y sin prejuicios.
Muy agradable el recital, nada que ver con lo que está en la radio, es el resultado de querer escuchar buena musica y de saber apreciarla. Si bien no se puede entender a la primer oida, la paciencia y el reto mental que requiere se puede educar desde el principio.
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